Parte
de una carta que escribe un personaje al protagonista del libro Tokio Blues del autor de 1984, Haruki
Murakami.
“Me explicó que no estamos aquí para
corregir nuestras deformidades, sino para acostumbrarnos a ellas. Afirmó que
uno de nuestros problemas es la incapacidad de reconocerlas y aceptarlas. Y
que, al igual que todos los seres humanos, tenemos un modo peculiar de andar,
de sentir, de pensar y de ver las cosas, y que, por más que intentemos
corregirlas, jamás lo conseguiremos. Al contrario, si intentamos corregirlas a
la fuerza, únicamente lograremos que se resistan otros aspectos…
…Tal vez seamos incapaces de adaptarnos a
nuestras deformaciones. Y, por lo tanto, posiblemente no podamos aceptar el
dolor y el sufrimiento reales que provocan. Mientras que nos quedemos aquí
(una especia de sanatorio),
no haremos sufrir a los demás ni los demás nos harán sufrir a nosotros. Porque
todos nosotros sabemos que “estamos deformados”. Esto es lo que nos distingue
del mundo exterior. En él vive mucha gente sin ser consciente de sus
deformaciones. Pero en este pequeño mundo, la deformación es la premisa. La
llevamos en nuestro cuerpo… Vivimos en silencio para no herirnos los unos a los
otros…”
A
pesar de que aún no me he acabado el libro, debo decir que os lo recomiendo. De
momento me lo terminaré de leer y ya os contaré qué tal.
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